La amistad entre los escritores fue real en los años cincuenta. Se sabían miembros de un grupo más o menos compacto pero, en cualquier caso, capaz de echar a un lado las actitudes políticas que un tiempo atrás no lejano los obligaron a enfrentarse. Fueron capaces de intentar sanear el país y, como escribiera años más tarde Francisco Umbral, en ellos se inició la reconciliación nacional que llevó a la transición. Los espacios en los que eso se llevó a cabo fueron las revistas poéticas y, en Madrid, el famoso Café de Gijón, del Paseo de Recoletos. Pero también puede demostrarse con testimonios de actos sociales, como el que corresponde a esta foto.
Boda del poeta José García Nieto con María Teresa, 15 de octubre de 1951. De izquierda a derecha: Dámaso Santos (periodista), Juan Guerrero Zamora (autor del primer libro sobre Miguel Hernández y luego afamado director de teatro y TV), Maruja (esposa de Leopoldo de Luis), María Teresa, José García Nieto (Poeta, director de Garcilaso y, después, de Poesía Española), Leopoldo de Luis (poeta) y Antonio Buero Vallejo (Dramaturgo).
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